domingo, 30 de noviembre de 2008

Dolmen de Menga

Uno de los grandes misterios de ese tiempo oscuro que llamamos Prehistoria es el de las construcciones megalíticas.

Al noreste de Antequera se encuentra uno de los mejores y más conocidos exponentes del megalitismo español, el conjunto dolménico de Menga, Viera y el Romeral.

En menos de tres kilómetros se nos representan tres tipos de dólmenes: de galería el dolmen de Menga, de corredor el de Viera, y de falsa cúpula o "tholo" el del Romeral. Esta concentración es señal inequívoca de la importancia y sacralidad que esta tierra debió tener durante el extenso tiempo que debió mediar entre la construcción del más antiguo, tosco y ciclópeo que es Menga, y la del más moderno y refinado, de influencia oriental, que es el Romeral.




Cénit del megalitismo español y de la arquitectura prehistórica, es el más antiguo del conjunto, está fechado en el 2.500 a.C., en el Cobre inicial.

Asombra su monumentalidad desarrollada en una gran cáma casi ovalada, formando una larga galería cubierta que es estrecha en la entrada. La cámara sepulcral está formada por siete grandes monolitos cuadrados en cada lado cubierto por cuatro gitantescas losas y una enorme piedra en la cabecera que pesa 180 toneladas. Para sostener estas losas el dolmen presenta tres pilares de seeción cuadrada, aunque sólo uno cumple esta función. La zona de acceso a la galería está compuesta por diez monolitos, cinco a cada lado, cubiertos por una sola cobija, ya que, al parecer, falta la primera que cubiría la entrada.






Dolmen de El Romeral

Uno de los grandes misterios de ese tiempo oscuro que llamamos Prehistoria es el de las construcciones megalíticas.

Al noreste de Antequera se encuentra uno de los mejores y más conocidos exponentes del megalitismo español, el conjunto dolménico de Menga, Viera y el Romeral.

En menos de tres kilómetros se nos representan tres tipos de dólmenes: de galería el dolmen de Menga, de corredor el de Viera, y de falsa cúpula o "tholo" el del Romeral. Esta concentración es señal inequívoca de la importancia y sacralidad que esta tierra debió tener durante el extenso tiempo que debió mediar entre la construcción del más antiguo, tosco y ciclópeo que es Menga, y la del más moderno y refinado, de influencia oriental, que es el Romeral.

El Dolmen de El Romeral fue construido entorno a 1800 a. C., en el periodo denominado Eneolítico o Calcolítico Superior. Descubierto en 1905 por los hermanos Viera y restaurado en 1940. Es un dolmen de corredor, por el largo pasillo de entrada que mide 23'50 metros de longitud, de forma trapezoidal, que nos lleva a desembocar en una primera gran cámara sepulcral, seguida de otro pequeño corredor que nos lleva a desembocar en una segunda cámara utilizada para las ofrendas en el culto a los muertos.

Hay que tener en cuenta que toda la piedra utilizada en los Dólmenes la extraían de una cantera en el Cerro de la Cruz, situada a un kilómetro de distancia de Menga y Viera y a unos dos kilómetros de El Romeral. En Menga y Viera destaca la utilización de los grandes bloques de piedra. El traslado de éstos suponía un esfuerzo enorme (180 toneladas la última cobija del techo en Menga), muchos de los cuales llegaban fracturados a su lugar de emplazamiento y el esfuerzo se hacia en vano. Pues bien, aquí viene la primera gran innovación técnica en El Romeral y fue la utilización del aparejo pequeño en lugar de los grandes bloques, la utilización de lajas de piedra en aproximación de hiladas unas sobre otras unidas únicamente con una mezcla de barro y cal, así se constituyeron los muros del corredor y las cámaras.

La forma de construcción era la siguiente: se hacían primero las zanjas laterales sobre las que se iban levantando los muros, se llenaba todo de arena y se colocaban las cobijas superiores rodadas, seguidamente se vaciaba de arena y se cubría todo el túmulo para evitar las inclemencias del tiempo. La forma trapezoidal del corredor no es un hecho aislado sino que ya los constructores intentaron dar el cerramiento superior, pero llegaba un momento en que las hileras de piedra se caían porque no conocían todavía el arco y por eso tuvieron que colocar grandes cobijas o bloques de piedra para el cerramiento superior pero de mucho menor tamaño que en Menga.

De este corredor llegamos a otra de las innovaciones como es el uso de una de las primeras puertas adinteladas que se conocen, con las jambas a los lados y el dintel superior, puerta de entrada a la cámara sepulcral en la cual su bóveda es el primer ejemplo de verdadera arquitectura que conocemos en toda Europa. Es considerada de falsa cúpula porque fueron dando toda la circunferencia a la bóveda mediante la aproximación de hiladas de piedra hasta que llegaba un momento en que no podían continuar, por lo que el cerramiento superior lo constituye un enorme monolito de piedra. Esta primera sala era la de enterramiento colectivo, en posición fetal, sólo de los jefes y guerreros de la tribu. Se trata de una sociedad jerarquizada, sólo así se explica la dirección para la construcción de estos grandes lugares de enterramiento.

De esta gran sala de dimensiones impresionantes para la época, desembocamos en un pequeño pasillo que nos conduce a una segunda cámara de dimensiones menores utilizada para las ofrendas en los rituales del culto a los muertos. En ésta se sitúa un gran bloque de piedra a unos 30 centímetros sobre el suelo a modo de altar, bajo el cual se encontró parte del ajuar funerario, casi todo fue expoliado, sólo se conservan algunos restos de huesos humanos y animales, algunos cascotes de las vasijas de barro utilizadas para las ofrendas de carne y vino y algunos restos de hachas. El tipo de construcción de esta segunda sala es el mismo, aproximación de hiladas de piedra y cerramiento de la falsa cúpula con gran monolito de piedra.

Por todo este conjunto de innovaciones técnicas el Dolmen de El Romeral no debería quedar en un segundo plano sino al mismo nivel por su complejidad técnica y lo impresionante de sus dos cámaras sepulcrales, todo en sí un conjunto majestuoso y misterioso. Desde aquí invito a todos los antequeranos y demás visitantes a conocer este gran monumento que tenemos la suerte de poder disfrutar.

martes, 21 de octubre de 2008

lunes, 20 de octubre de 2008

viernes, 19 de septiembre de 2008

jueves, 4 de septiembre de 2008

miércoles, 3 de septiembre de 2008

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Antequera es una localidad malagueña de apenas 50.000 habitantes situada en el centro geográfico de Andalucía. Por su situación estratégica este enclave ha sido elegido por los distintos pueblos que han recorrido España, dejando a su paso restos históricos que hacen de Antequera un destino atrayente para el viajero. Dolmen de Menga
En Antequera hallamos restos paleolíticos aunque es la Edad de Bronce la que ha dejado los más importantes restos prehistóricos como el Conjunto Dolménico de Menga, Viera y El Romeral, fechado entre 2.500 y 2.000 a.C.
Pero también hay restos históricos del municipio romano, Antikaria, y de su población árabe como Medina Antiqaria. En la Edad Media, durante la Reconquista, se consolida como punto estratégico, primero militar y luego comercial, lo que supondría un florecimiento de la ciudad en todos los campos en la Edad Moderna.
Dolmen de Menga Antequera dispone de un importante patrimonio histórico, cultural y artístico, que hacen de la visita un interesante recorrido por la historia de la Península Ibérica, pero ofrece mucho más. La gastronomía de Antequera es extraordinaria. Mollete de Antequera.Click para entrar en tienda On Line
Sus productos naturales están en la línea de la cocina típica andaluza con algunos platos autóctonos como la porra antequerana, los molletes o los guisos de caza.
Los recursos naturales de esta ciudad han supuesto durante muchos años un importante atractivo turístico para aquellos que gustan de la naturaleza por encontrarse aquí paisajes tan interesantes como singulares.
El Torcal de Antequera
Así, nos encontramos con la laguna de Fuente de Piedra, el nacimiento del Río de la Villa o El Torcal, un paraje protegido por los importantes valores naturales de su flora, fauna, paisaje y geomorfología.
Como oferta cultural , sobre todo en verano, destacar el Antequera Blues Festival Cambayá, una cita obligada para los amantes del género que cada año se va consolidando como una importante cita internacional de blues en un entorno que, como te venimos contando, es irrepetible.
Escenario del Antequera Blues Festival Climax Blues Band en pleno concierto del Antequera Blues Festival